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martes, 2 de noviembre de 2010

¡Tremenda esta muchachita!

    Esta es una de las "notas" publicadas en el face y que me apetecía poner aquí.

 Hoy os quiero hablar de una compañera de trabajo que como habréis adivinado por el título, es tremenda.
Os pongo en situación: trabajo en una fábrica (parece muy malo, y lo es. Pero no tanto cuando pones el cerebro en automático con la señal de alerta activada y hala...el resto del cerebro liiiibre para lo que tú quieras). El caso es que en esta fábrica trabajamos sólo mujeres. Sí, sí, SÓLO mujeres (a excepción de mantenimiento). Imaginaos lo que puede ser eso. En esta jungla Tarzán no duraba ni diez minutos. De hecho, yo no lo he visto nunca, pero se rumorea que en la parte trasera de la nave hay un parking para escobas. Lo que sí me he encontrado alguna vez en los vestuarios es alguna camisa de víbora, y recuerdo que en una ocasión una compañera tropezó, se cayó, se mordió la lengua y se la tuvieron que llevar en ambulancia porque se estaba envenenando a sí misma. Os hacéis una idea, ¿verdad? 
    Bueno, pues a esta jungla también viene a trabajar una gitanilla (que no gitanaza) nacida en  Sevilla con  un acento que "ni chicha ni limoná" muy gracioso. La peculiaridad de esta chica es que intelectualmente hablando la podríamos considerar en el grupo de personas que están rozando "la delgada línea" que separa como vulgarmente se denomina, a los "listos" de los "tontos". Por esta razón casi la totalidad de las compañeras la ignoran, le contestan de cualquier forma, le dan conversación para reirse DE ella...en fin, más majas ellas!! Es verdad que hay que tener una paciencia especial cuando trabajas con ella, pero si le prestas un poquito de atención te puedes reir CON ella, que así la cosa es bien diferente. Cómo me enrollo, perdón. Ahora viene lo que de verdad os quiero contar: Ayer esta muchachita y yo trabajamos juntas. Estuvimos hablando (no mucho porque el trabajo tampoco lo permite) y hablando, hablando me dijo que pronto sería su cumpleaños y que todavía no sabía qué quería como regalo. Entonces me pregunta: ¿Qué te gustaría que te regalaran a tí? Yo dije: ¿A mi? Algo que no tendré nunca. Como le ví la cara, se lo aclaré: Me gustaria que me regalasen una canción. Se me queda mirando y me dice: ¿Y eso no te lo van a regalar nunca? ¡¡Dime qué canción te gusta que llamo a la radio y te la dedico!!   ¡Tremenda esta muchachita!! Jajaja!! Y pensé: ahora si le digo que no es eso precisamente a lo que me refiero, sino que estoy hablando de una melodía que sea mía, que me defina que...se haya escrito pensando en mí...¡¡Entonces sí que va a pensar que vengo de Marte!! Así que en lugar de eso le dije: ¿De verdad que llamarías a la radio para dedicarme una canción? A lo que muy resuelta responde: ¡Pues claro! ¿No hablas tú conmigo y me explicas las cosas para que yo las entienda y lo haga bien? Pues  si quieres una canción, yo te la dedico, ¡ea!...¡Me dejó!....  Otra vez tremenda esta muchachita.
    Sé que esto (la muchachita) no lo va a leer nunca, pero a lo mejor algún día le digo que pase de las de la escoba. Al fin y al cabo...¡más tontas son ellas que se la están perdiendo!!

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