Este es un blog modesto, sin grandes pretensiones. Su única finalidad es que tú que acabas de entrar pases un rato agradable con su lectura.
Las entradas que vas a encontrar son todas originales de Sabbie.

lunes, 21 de marzo de 2011

ADIÓS QUERIDO INVIERNO

    Así es queridos lectores. Esta madrugada hemos dicho adiós al invierno.
   Aaaaayyy, el invierno...esa estación odiada por la mayoría y en cambio defendida y añorada sólo por unos pocos.
   Desde hace algunas semanas podemos ver cómo toda la vegetación vuelve a la vida. Los árboles caducos empiezan a retoñar, el campo está precioso lleno de florecillas silvestres...y en breves, de polen. ¡Qué bonita es la primavera! Sobretodo para los alérgicos. Esas pobres personas que en cuanto hay una brizna de polen de gramíneas, de olivo, de ciprés en el aire se vuelven mocosas, lacrimosas...incluso en ocasiones presentan tales problemas respiratorios que acongoja tan sólo el mirarlas. Pero no pasa nada. Todos estamos contentos porque ya es primavera. Empiezan a subir las temperaturas y las tardes invitan a un paseo. Paseo que si es por el campo viene acompañado de innumerables insectos que salen a nuestro encuentro para hacernos "compañía". ¡Qué agradable es pasear cuando hace calor y una nube de mosquitos va tras de tí! O cuando paras un segundo y de repente notas un picor horrible en las piernas. ¡Maldición! ¡Has parado justo encima de un hormiguero! Pero ya hace calor, y todo lo demás no importa.
   Otro ritual excitante es el cambio de ropa en el armario. A quién no le gusta subir, bajar y mover prendas en los armarios. ¡Pero si es de lo más entretenido! El problema está en cuándo hacerlo. ¿Será demasiado pronto? ¿Volverá a hacer frío? No te preocupes. La cambies cuando la cambies, siempre tendrás que volver a echar mano de lo que has colocado en el lugar más inaccesible del armario.
Una vez que el ropero está listo para la nueva estación viene la prueba de fuego. Echas un vistazo a esa ropa ligera del año anterior. ¡Incluso hay prendas que ni recordabas tener! Y como te encanta el calor y lucir palmito, te la empiezas a probar. Coges ese pantalón de lino que tanto te gusta, te lo subes y...¡horror! Pero ¿cómo puede ser? Si el verano pasado me quedaba estupendo, cómo es posible que ahora me apriete y me marque toda la celulitis!! Un momento...¡¡¡celulitis!!! ¡Pero si yo la temporada pasada estaba estupenda! ¡Qué ha pasado! Ah, ya sé. Seguro que en el último lavado antes de mandar el pantalón a dormir durante el invierno encogió. Ha tenido que ser eso.
Una vez recuperada del susto coges una camiseta y para comprobar que estás en lo cierto, y que tú sigues igual de fantástica, te la pruebas. Ya al ponértela te cuesta bajarla un poco más que de costumbre, pero es lógico: tanto tiempo ahí guardada en el altillo...y si se lavó junto con el pantalón, pues es normal que haya encogido algo también, pero como es algodón...Te miras en el espejo y ahora es cuando tus constantes vitales se empiezan a desestabilizar. Madre del Amor Hermoso, pero ¿qué es esto que me sale aquí debajo del pecho? Pero si yo tenía una lorcita casi inapreciable que resultaba de lo más graciosa, y ahora…ahora…uuuff…ahora…¡pero si parezco un naufrago con el flotador puesto!  Desesperada compras cremas reductoras, buscas esa dieta milagrosa que una amiga te pasó porque a ella se la pasó otra amiga que conocía a una vecina que la hizo y perdió cinco kilos en una semana y te apuntas a un gimnasio para comenzar cuanto antes con la "operación bikini" y no ser el hazme reir  de la piscina. ¡Qué vergüenza lucir un cuerpo "normal"!
También podrías ir a dar largos paseos por el campo que resulta más económico que el gimnasio. Aire puro, sol...¡Con lo que te gusta que llegue el calor! Pero claro, entre el polen y los insectos... 

Aaaayy...pero qué ganas tengo de que llegue el invierno...

domingo, 6 de marzo de 2011

"EL QUE DUERME CONMIGO"

     Este sábado conversando en el bar, un buen amigo que entró a este blog me reprochaba que nombrara a su amigo de toda la vida como "el que duerme conmigo". Decía que le resultaba un tanto despectivo, a lo que yo le repliqué enseguida y le expliqué el por qué de llamarlo así. Le prometí que antes del lunes ya habría una entrada nueva explicando lo que significa para mí "el que duerme conmigo". Así de paso, queda explicado para todos por si alguien se ha llevado la misma impresión, y como lo prometido es deuda...

   A "el que duerme conmigo" podría llamarlo de muchas formas. Podría llamarlo marido, compañero, amante, esposo, amigo, pareja, mi amor...decidí llamarlo de esta forma porque considero que  dormir con alguien es el acto más íntimo que podemos realizar. Cuando estamos dormidos es el momento en el que nos volvemos más vulnerables, y poder dormirte junto a otra persona requiere un alto grado de confianza  hacia ella.
   Por otra parte está el lado poético de dormir. Un dormir relacionado con un soñar, un dejar volar la imaginación...un acto que al hacerlo conjuntamente con otra persona da la impresión de que van a poder unir sus mentes y compartir sus sueños.

   A su vez es una forma de preservar su intimidad, y por qué no, darle un toque de misterio...considero que es una forma muy bonita y original de nombrar a la persona con la que comparto vida...sueños...todo.